El camino a la Independencia: Cómo ayudar a tus hijos a ser mas independientes
La independencia es una palabra que muchos padres adoptan muy pronto en su vocabulario.
Desde el principio todos queremos ayudar a nuestros niños a ser "más
independientes". La independencia, sin embargo, no es algo que se dé por
sí mismo o que se gane, es una búsqueda de la condición humana. La Dra.
Montessori nos dice que la independencia es psicológica y biológica.
Por lo tanto, como padres y/o cuidadores de seres humanos que están
entrando en el mundo, debemos respetar esa necesidad de independencia y
permitir que los niños desarrollen todo su potencial.
Algunas ideas sobre cómo ayudar a tu hijo a ser más independiente:
Algunas ideas sobre cómo ayudar a tu hijo a ser más independiente:
- Coloca todos los artículos que necesitará en un estante bajo, de manera que pueda ayudar a poner la mesa tomando por sí mismo sus platos, cucharas y tazas.
- Usa platos, vasos y tazas reales, y cubiertos de tamaño apropiado para niños para que pueda sentirse parte de una familia y aprenda buenos modales desde muy temprana edad, en lugar de batallar con ello más adelante.
- Mantén una rutina y un horario. Una rutina ayuda al niño a saber qué viene a continuación. Mantener el mismo orden en cada comida, al hacer la limpieza, al prepararse para ir a dormir, al hacer la cama, al vestirse, etc, le permitirá repetir las mismas acciones una y otra vez y así perfeccionar sus habilidades.
- Comienza con pasos pequeños y básicos. Para ayudar a un niño que recién camina, a limpiar después de haber comido, dale la cuchara o tenedor para llevarlo a la cocina. Cuando haya dominado eso, pídele que lleve una taza; y una vez que lo haga bien, puedes pedirle que lleve un plato y que lleve las sobras de comida del plato a la basura.
- Organiza su recámara de manera sepa dónde está cada cosa. Coloca su ropa en estantes bajos para que pueda tomarla y vestirse por sí mismo. Permite que escoja lo que se va a poner. Aunque nos cueste trabajo, es bueno aceptar lo que elige. Al darle la libertad de elegir y de volverse independiente, es bueno permitirle hacer elecciones que, al no ser las mejores, le sirvan de lección para aprender algo, como cuando escoge un tipo de ropa no adecuada para el clima.
- Lavarse las manos y sonarse la nariz. Desde un principio, tan pronto como empieza a comer, lléval@ al lavabo a lavarse las manos. La rutina y consistencia de lavarse las manos con agua lo ayudará a tener el control necesario y la suficiente independencia para hacerlo por sí mismo cuando empiece a caminar y sea capaz de ir al lavabo sin tu ayuda. Piensa en ello también como una manera de salvar al medio ambiente de tantas toallitas húmedas. Los jabones de los hoteles son de perfecto tamaño para los niños.
- Ten banquitos o taburetes de tamaño adecuado para que pueda alcanzar la altura necesaria para lavarse las manos, lavarse los dientes o ayudar en la cocina. No pongas sus platos en un lugar alto, ponlos a su altura de manera que puedan agarrarlos mientras tienen ambos pies firmemente apoyados en el suelo.
- Dale la oportunidad de ayudar a preparar comida en la cocina, a poner la mesa y limpiar la casa. Ten escobas y recogedores adecuados para su tamaño para ayudarle a tener éxito en su labor.
- Cada habilidad debe ser dominada antes de introducir un nuevo reto. Se trata de ponerles retos, desafíos, pero no obstáculos. Cuando un niño está frente a un reto, es que hay una nueva habilidad por aprender. Pero cuando algo se vuelve un obstáculo, tendemos a darnos por vencidos, o a sentirnos inadecuados. El dominio de una habilidad ayudará a que se sienta seguro para adquirir fácilmente nuevas habilidades.
- No podemos esperar que sepa qué hacer con sólo decirle. Debemos mostrarle cómo hacer las cosas, incluso si esto significa dejar de controlar y reducir nuestra velocidad para ir un paso que les ayude a entendernos.
- Practica tú mismo una tarea, poniéndote en el lugar de tu hijo. Esto te ayudará a saber cómo presentarle la actividad. Usa ambas manos para tomar un vaso, hazlo con cuidado, caminando lentamente. Tu hijo imitará esta conducta. Anímalo a que haga las cosas con cuidado, lentamente, suavemente, para evitarle el problema de que se le caiga algo o no haga bien la actividad.
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