¿Qué es y cuál es la importancia de la “hora sagrada” después del parto ?
Este tiempo es muy importante para mamá y bebé inmediatamente después del nacimiento y aquí te decimos por qué.
La llamada “hora sagrada” es el momento que comparten mamá y bebé
piel con piel inmediatamente después del nacimiento, no importa si fue
por parto normal o cesárea. Es el instante cuando el médico pone al
bebé en el pecho de la madre inmediatamente después de nacer y según los
expertos es de gran importancia ya que fortalece el vínculo madre-hijo
desde el primer momento, estabiliza la respiración y la oxigenación
del bebé, ayuda a mantener sus niveles de glucemia, estabiliza la
presión arterial, reduce las hormonas del estrés, mantiene la
temperatura y el riesgo de hipotermia y es la mejor forma de estimular
la lactancia materna y que se prolonge por más tiempo. Además, otros
estudios encontraron que el contacto piel con piel durante "la hora
sagrada" reduce el estrés del bebé y la ansiedad de la madre y mejora el
vínculo entre ambos.
Algunos especialistas en neonatología se refieren a los primeros momentos de vida fuera del útero como "la hora sagrada", aunque no son exactamente 60 minutos. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que "Los recién nacidos que no tienen complicaciones deberían estar en contacto piel con piel con sus madres durante la primera hora después del nacimiento para prevenir la hipotermia y para promover la lactancia materna".
Algunos expertos relacionan ese momento "sagrado" con un comportamiento animal, ya que según la neurociencia de los mamíferos ese contacto íntimo inherente al hábitat que es el pecho de la madre "evoca neuro-comportamientos que garantizan la satisfacción de necesidades biológicas básicas".
Algunos especialistas en neonatología se refieren a los primeros momentos de vida fuera del útero como "la hora sagrada", aunque no son exactamente 60 minutos. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que "Los recién nacidos que no tienen complicaciones deberían estar en contacto piel con piel con sus madres durante la primera hora después del nacimiento para prevenir la hipotermia y para promover la lactancia materna".
Algunos expertos relacionan ese momento "sagrado" con un comportamiento animal, ya que según la neurociencia de los mamíferos ese contacto íntimo inherente al hábitat que es el pecho de la madre "evoca neuro-comportamientos que garantizan la satisfacción de necesidades biológicas básicas".
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