Herramientas para obtener cooperación sin premios ni castigos
¿No le ocurre que, en ocasiones,
nuestros hijos encuentran aburridas e incluso desagradables muchas de
las cosas que hay que hacer en el día a día?
Su naturaleza innata se preocupa por el presente, no tienen una
necesidad inherente a ciertas rutinas que los adultos consideramos
obligatorias: cepillarse los dientes, recoger los juguetes, montarse en
el coche y ponerse el cinturón, vestirse, etc.
Entonces, ¿Cómo podemos desarrollar
otras maneras de obtener su cooperación sin tener que recurrir a los
gritos, exigencias, premios o castigos?
Aquí te resumo algunas ideas:
- Explicar las razones de las cosas: Aclarar el para
qué, el motivo y la finalidad por el que le pides que haga algo. Un
ejemplo: “Debes colocarte en la silla y ponerte el cinturón para estar
seguro en el auto. Me preocupa que te puedas golpear o hacerte daño si
freno de repente”.
- Ofrecer alternativas: “¿Quieres la camiseta roja o
azul?”, “¿Qué juguete te gustaría llevar para montarte en el auto?”,
“¿Quieres lavarte los dientes hoy con mamá o con papá?”.
- Hacerlo divertido:
- Utilizar el juego con animales: “Finjamos que somos caballos galopando hasta el auto”.
- Emplear la música: “Es la hora de cantar nuestra canción de recoger”.
- Contar historias: “Te contaré una historia mientras nos bañamos”.
- Proponer un reto de velocidad conjunta: “Vamos a ver quien termina antes de recoger los juguetes”.
- Proponer una actividad divertida: “Inventemos una historia mientras te pongo el pijama”.
- Utilizar una marioneta: “El oso dice que antes de dormir hay que ir al baño”.
- Inventar cosas locas: “Es hora de vestirse, ¿ponemos los calcetines en las manos?”.
- Hacer una tarea conjunta por turnos: “Es hora de recoger la mesa,
vamos a turnarnos llevando una cosa cada vez. ¿Quién empieza?”.
- Hacer una tarea juntos simultáneamente: ” Mientras barremos cada uno una mitad del suelo, nuestras escobas pueden decirse hola”.
- Jugar con los objetos reales involucrados en el conflicto.
Por ejemplo, con un niño que no quiere sentarse en la silla del coche,
puedes llevártela a casa y ponerla en el salón, permitiendo jugar con
ella, explorarla, etc.
- Crear juegos simbólicos. Inventar una historia de fantasía, recreando el conflicto y haciéndolo divertido.
- Hacer una inversión de papeles. Recrear una
situación de conflicto pidiendo al niño/a que actúe como si fuera el/la
padre/madre y usted el/la hijo/a. Es un juego que puede desencadenar
muchas risas, aliviar tensiones y ayudar a fomentar la colaboración.
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